La fachada y el exterior
El edificio está precedido por una amplia escalinata de varios tramos, adornada con esculturas de los doce Apóstoles (completadas por la presencia de San Pablo en sustitución de Santiago el Menor) tradicionalmente llamadas “Santoni”, distribuidas alrededor de la escalera en forma de rectángulo ascendente. La iconografía es típica de la época en que se realizaron las estatuas (segunda mitad del siglo XVIII) y así los Apóstoles llevan en gran parte en sus manos los instrumentos con los que fueron martirizados. Documentos de archivo prueban la creación de nuevas estatuas en 1881 por el escultor local Pietro Napolitano y el pago en el mismo periodo de brea negra para rehacer también la escalera.
La fachada de la iglesia, referible a los primeros años de la reconstrucción posterior al terremoto, es rica en detalles decorativos y presenta dos órdenes. El primero tiene tres portales con medias columnas y “tímpanos rotos”, decorados con escudos, hojas y cabezas aladas, y dos ventanas laterales. El segundo orden, construido en la segunda mitad del siglo XVIII y de estilo rococó, está unido al primero por volutas en espiral decoradas con hojas. En el centro hay una gran ventana con un “tímpano mixtilíneo roto”. Cierra la fachada un “tímpano” cóncavo-convexo con una estatua del Redentor en el centro. En la fachada se pueden admirar las estatuas de: San Marziano, la Inmaculada, San Cataldo y Santa Lucía. Una investigación más profunda deja lugar a otras hipótesis. En particular, las estatuas de la derecha se refieren probablemente a dos mártires cuyas urnas relicario pueden verse hoy en la capilla Mazara, en la nave izquierda de la iglesia. Sobre la puerta central se encuentra el escudo de San Pedro Apóstol.
La vidriera de la fachada, realizada a finales de los años sesenta y principios de los setenta, representa el tema principal de la iglesia de San Pedro Apóstol: Cristo entregando las llaves a San Pedro con el telón de fondo de la basílica de Roma.
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